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El propósito de este manual es comenzar a cumplir la misión de Cristo. Es claro que Jesús envió a sus discípulos a hacer discípulos, bautizándolos y enseñándoles a guardar todas las cosas que Él les había mandado. Aquellos que hacen discípulos son autorizados por Jesucristo, porque a Él se le ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra:
“Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado…” (Mateo 28:18–20).
En términos sencillos, un discípulo es un seguidor, un estudiante; alguien que aprende de otro. En términos más complejos, es alguien que acepta y ayuda en difundir las doctrinas de otro, como sucede, por ejemplo, en el cristianismo.
Hay varias maneras de convertirse en un discípulo. Una manera es pasar tiempo con un mentor o cristiano maduro que enseña por medio de su propio vivir y hacer. Así es como Jesús enseñó a sus discípulos.
Oró, comió, caminó a la orilla del mar, y enseñó lecciones objetivas acerca de la vida. Contó historias (llamadas parábolas) y las aplicó a las vidas diarias de ellos.
Recomendamos que cada discípulo (en este caso, ¡Tú!) encuentre un amigo, pariente, o maestro cristiano maduro con quien invertir un tiempo.
Otra manera de ser un discípulo es aprender en un aula de estudios con un libro como el presente. Te alentamos a que tomes este curso y lo apliques a tu vida.
No obstante, creemos que la mejor manera de formar discípulos es que el maestro y el alumno vivan la vida cerca el uno del otro, mentor y aprendiz, y a la vez, tomen este curso (o uno similar). El reunirse semanalmente por una hora o más, dará la oportunidad para pasar tiempo juntos, hablando de los principios bíblicos que ayudarán al discípulo a afirmarse en el Señor.
Un manual del maestro con 8 lecciones y con instrucciones para el maestro que indica cuándo leer los textos bíblicos en alta voz, cuándo enfatizar un punto importante y cuándo voltear la página de la cartulina.
Las instrucciones están en letra azul.
Un manual del participante con 8 lecciones, con algunos blancos cuyas respuestas están en la cartulina. Esto es para que vaya llenando su propio manual y tomando notas personales.
Una cartulina de 40 páginas a colores, para que el maestro comparta la lección de una manera personal.
Dentro de cada lección, sugerimos un versículo bíblico para memorizar durante la semana. Es importante que el discípulo comience a practicar la memorización de las Escrituras lo antes posible (ver Salmo 119:11).
Las siguientes ocho lecciones constan de bosquejos prácticos, fáciles de seguir, y en ocasiones se presentan paso por paso. Los conceptos están basados en principios bíblicos.
Cada lección contiene: